Al contrario demuestra que aceptamos la persona como es.

Hablar francamente de suicidio a una persona suicida permite:

  • romper el aislamiento en el que se encuentra.
  • desdramatizar la situación.
  • hacerla sentirse mejor (no está sola, no está loca, etc.).
  • que se descargue de tensiones muy fuertes.