- Conoce y respecta tus límites.
- Si no te sientes capaz de intervenir personalmente, puedes buscar a otra persona que lo haga (que sea un profesional o no).
- Si te decides a intervenir:
- Eso no te hace responsable de las decisiones de la persona suicida, ni de su bienestar.
- No prometas guardar el secreto: eso podría limitar las intervenciones posibles.
- Busca apoyo para ti: no te quedes solo. Tú también necesitas hablar y debatir.